Una alergia estacional es una alergia que ocurre durante una época concreta del año. Generalmente, las alergias estacionales son causadas por el polen de pastos, árboles y malezas, aunque estos factores pueden variar según la persona y la temporada. Diferentes tipos de polen se liberan a lo largo de la temporada de alergias:

Primavera: alto polen de árboles

Verano: alto polen de pastos

Otoño: alto polen de malezas

Los síntomas que experimentas dependerán del tipo de polen al que seas sensible.

Si tienes la sensación de que la temporada de polen se ha intensificado en los últimos años, puede que estés en lo cierto. Algunos estudios han sugerido que el aumento de las temperaturas y los niveles de dióxido de carbono están haciendo que las temporadas de alergias comiencen antes y duren más¹.

Las temperaturas más altas de lo normal pueden hacer que los árboles produzcan su polen antes. Los árboles suelen polinizar desde mediados de marzo hasta finales de mayo, pero pueden estar polinizando antes debido a los posibles efectos del calentamiento global. Según una declaración publicada en 2015 por la Organización Mundial de la Alergia, el cambio climático afectará el inicio, la duración y la intensidad de la temporada de polen y exacerbará los efectos de los contaminantes y las infecciones respiratorias en el asma³.

Los síntomas comunes de la fiebre del heno o alergias estacionales incluyen:

• Estornudos y tos
• Secreción nasal o congestión
• Ojos rojos, llorosos o con picazón
• Picazón en la garganta, boca, nariz y oídos
• Pérdida del olfato
• Sensación general de fatiga

Puede parecer obvio, pero disminuir tu exposición a los alérgenos del polen es la mejor manera de evitar los síntomas. Aquí tienes algunos consejos sencillos que pueden ayudarte a reducir los síntomas, mientras sigues disfrutando del aire libre:

El cambio repentino de clima frío a cálido puede dificultar distinguir una reacción alérgica estacional de un resfriado o virus. Si tu congestión dura más de dos semanas, los síntomas empeoran después de exponerte a los desencadenantes, o no tienes fiebre ni dolores, es más probable que se deba a alergias en lugar de un resfriado o virus⁴.

Lleva un diario de tus síntomas con la fiebre del heno y utiliza un calendario de alergias para ver qué pólenes son los más habituales en ese momento. Esto puede ayudarte a entender a qué tipos de polen y plantas eres particularmente sensible.

Es mejor disfrutar de las actividades al aire libre cuando los niveles de polen son más bajos. La polinización máxima ocurre unas horas después del amanecer y durante las horas posteriores al atardecer. Trata de hacer tus tareas al mediodía o después del trabajo.

La mayoría de nosotros amamos el clima soleado y seco, pero los conteos de polen son más bajos en días nublados, lluviosos y sin viento⁵. Si quieres minimizar los síntomas, revisa las previsiones meteorológicas antes de salir. Algunas aplicaciones de pronóstico permiten rastrear el conteo de polen, permitiéndote planificar actividades alrededor de la exposición al polen.

Si estás en el jardín, evita tocarte la cara, especialmente los ojos. Usa una gorra y gafas de sol para reducir la cantidad de polen que podría entrar en tus ojos. Si el polen entra en tus ojos, considera enjuagarlos con gotas oculares salinas.

Trata de reducir actividades que hagan que el polen vuelva a estar en el aire, como cortar el césped o soplar hojas. Pero como estas tareas deben hacerse en los meses de verano, intenta usar una mascarilla y gafas para reducir el contacto con el polen.

El polen puede acumularse en tu piel, cabello, ropa, calzado y mascotas⁶. Después de haber estado al aire libre, lava tu ropa tan pronto como te la quites y dúchate para eliminar las partículas de polen. Esto también evitará que el polen se adhiera a tu almohada, lo que podría empeorar los síntomas mucho después de la exposición.

Mantén las ventanas cerradas todo lo posible para evitar que el polen no entre en casa. Secar la ropa en el interior, en lugar de en un tendedero en el jardín, evitará que el polen se adhiera a las sábanas y toallas. También es una buena idea quitarte los zapatos en la puerta para evitar la propagación de alérgenos. Si tienes un perro o un gato que sale al exterior, límpiales las patitas y el pelo cuando entren, ya que el polen puede adherirse a ellos.

Los antihistamínicos pueden ayudar a tratar varias alergias, incluida la fiebre del heno. La histamina es una sustancia química producida por tu sistema inmunológico para atacar a los alérgenos. Cuando experimentas síntomas de fiebre del heno como estornudos u ojos llorosos, esta reacción es tu cuerpo intentando eliminar los alérgenos. Los antihistamínicos ayudan reduciendo o bloqueando la histamina. Dependiendo de tus síntomas, también puedes beneficiarte de gotas para los ojos y/o sprays nasales, pero consulta siempre a tu farmacéutico o médico antes de tomar cualquier medicamento.

En lugar de abrir las ventanas en días cálidos, usa un purificador, como el Dyson Purifier Humidify+Cool™ Autoreact, para purificar el aire interior y mantenerte fresco. Los purificadores Dyson utilizan filtración HEPA H13 y capturan polvo ultrafino y alérgenos. Utilizan un flujo de aire potente y capturan el 99.95% de partículas ultrafinas, para que puedas respirar aire más limpio.

Finalmente, mantén tu hogar limpio aspirando al menos una vez a la semana, especialmente si tienes mascotas. Asegúrate de que tu aspiradora también tenga un filtro HEPA, ya que algunos alérgenos son tan pequeños que pueden pasar a través de un filtro de aspiradora normal. Sin filtración HEPA, estas pequeñas partículas eliminadas de tus suelos y superficies pueden volver al aire, donde las respiras. Si sufres de alergias estacionales, es importante que tu aspiradora atrape partículas microscópicas y polvo fino.

Ahora tienes toda la información que necesitas sobre las causas de las alergias estacionales, también conocidas como fiebre del heno. Siguiendo estos sencillos consejos, podrás reducir tu exposición a los alérgenos.

¹Schmidt, C (2016) Pollen Overload: Seasonal Allergies in a Changing Climate, Environmental Health Perspectives, 124 (4).

²Anderegg et all (2021) Anthropogenic climate change is worsening North American pollen seasons, PNAS 118 (7).

³D’AMATO, G., CECCHI, L., D’AMATO, M. & LICCARDI, G. (2010). Urban air pollution and climate change as environmental risk factors of respiratory allergy: an update. J Investig Allergol Clin Immunol, 20, 95-102; quiz following 102.

⁴American Academy of Allergy Asthma and Immunology. Is It a Cold or Allergies? https://www.health.harvard.edu/diseases-and-conditions/is-it-a-cold-or-allergies. Accessed March 2023.

⁵GIOULEKAS et al (2004). Fifteen years’ record of airborne allergenic pollen and meteorological parameters in Thessaloniki, Greece. Int J Biometeorol, 48, 128-36. 

⁶TAKAHASHI, Y. 2008. Two Routes for Pollen Entering Indoors: Ventilation and Clothes. 

⁷Tested for filtration efficiency at 0.1 microns (EN1822, ISO29463).